HIMACS: Cocina Air de DeVol

Los diseñadores de deVOL se inspiran en los iconos atemporales más innovadores del siglo XX. Gracias a la combinación de materiales clásicos y técnicas artesanales con HIMACS, la Piedra Acrílica de Última Generación, nace la cocina Air como reflejo de una época del diseño impulsada por el anhelo de un nuevo espíritu aventurero en busca del verdadero sentido de la libertad.

Con una estética vintage, las líneas sencillas de Air emulan a objetos míticos, como los automóviles de época, los cascos de los barcos tradicionales, la caravana Airstream o la voluptuosa Lockheed Lounge de Marc Newson, una reinterpretación futurista de la chaise longue original de 1988 fabricada con fibra de vidrio.

La reinterpretación de Air se caracteriza por la combinación de una estructura de madera curva y unos paneles laminados de aluminio, de modo que las islas parecen flotar en el espacio y los armarios verticales estilizan los contornos redondeados de la cocina, gracias a unas patas de acero inoxidable que recuerdan a unas vainas que acaban de aterrizar. Para mantener las líneas puras e intactas, las puertas y los cajones han sido diseñados sin tiradores para facilitar un sistema de apertura cómodo con tan solo una pulsación.

Para el diseño de Air, Paul O’Leary, el fundador de deVOL, explica el reto inicial del proyecto: “Pretendíamos crear un diseño de formas curvas, elegantes y ondulantes, que evocaran a algunos de los objetos más admirados y emotivos; cosas que el corazón anhela pero la mente cree inalcanzables”.

Una fusión de artesanía y modernidad gracias a HIMACS

En una atmosfera minimalista y elegante, el atractivo de la cocina reside en sus formas elegantes y ondulantes que evocan a algunos de las piezas retro más famosas y emblemáticas del siglo pasado.

Gracias a su versatilidad y termoformabilidad, HIMACS resultó esencial a la hora de satisfacer las exigencias relacionadas con la funcionalidad y el diseño de esta cocina. “Lo que nos sedujo de la piedra acrílica es su amplia gama de colores para todos los gustos y su suavidad al tacto, a diferencia de otras superficies frías como el vidrio”, afirman los profesionales de deVOL.

La superficie lisa y no porosa de la piedra acrílica facilita las tareas de limpieza y también asegura una alta resistencia a las fuentes de calor y al uso habitual de productos desinfectantes del hogar. De este modo, la cocina resulta totalmente higiénica y especialmente recomendada para el contacto con alimentos.